jueves, 6 de mayo de 2010

Jacinto Arriaga platica con Tomás Cruz (lunes 5 de abril de 1915)

– ¿Tú también te vas a pasar al bando de Venustiano Carranza? – pregunta muy enojado Jacinto– ¿Vas a seguir el ejemplo del traidor de mi ex jefe Maclovio?
– No, no, no. Tranquilo Jacinto– Tomás Cruz se acerca a la fogata que le ilumina el rostro y se sirve un poco de café de la olla común– yo sólo dije que Venustiano no es pendejo– regresa y se sienta junto a Chinto– como quiera estoy seguro que mañana tomamos Celaya y luego Pancho se irá a Veracruz a derrotar a Carranza. En camino se va a juntar con Zapata y entonces sí ¡pobres de los carrancistas!
– Mañana tomamos Celaya, pero nosotros, no tú que eres un coyón que ni siquiera sabes disparar bien una carabina. Lo que haga Pancho sólo él lo sabe, no andes tú diciendo cosas.
– Mira, mira ¡Cuídate mañana! No te vaya a pasar lo que Felipe y ya tomada Celaya te truenen los pelones.
Como siempre que se habla de Felipe se le ensombrece el rostro a Jacinto. A veces se enoja y se retira. Si puede toma una guitarra y la rasguea sacándole acordes que parecen llanto. Ahora sólo baja la voz y dice pensativo.
– No serán los pelones los que me truenen. A esos ya los acabamos. Ya no existen. Ya no tengo que matarlos. Ahora nos peleamos los que estuvimos juntos contra Huerta. Eso me entristece. Yo no quiero matarlos, pero tampoco quiero que me maten. No entiendo bien por qué seguimos peleando ¡A los que hay que quitarles las tierras son a los hacendados! Yo no voy a desertar ni a traicionar a Pancho, aunque sea cierto lo que andan diciendo. A ver tú, quesque eres periodista y sabes todo ¿Sí es cierto que Venustiano publicó una ley agraria para repartir las haciendas?
–Eso dicen, por eso me quiero ir a Veracruz, pero te prometo que regreso y te cuento la verdad.
–Eres puro hablador. Al que más le confío es a Zapata. Ese sí anda regresando las tierras a sus gentes, con ley o sin ley. Si como dices Pancho se junta con Emiliano voy a pedirle permiso para irme un rato con Zapata, para aprender y luego quitarle su hacienda al viejo Alcántara ¡No más en memoria de Felipe!– Jacinto se levanta, se sirve café y se queda pensativo cerca de la fogata. Es una noche fría del altiplano mexicano.
– ¿En qué piensas? Vente para seguir platicando– lo llama Tomás Cruz.
– Me voy a dormir, mañana tomamos Celaya y hay que estar descansado, sin sueño y muy vivo.

3 comentarios:

  1. Anónimo7/5/10, 5:24

    A veces me pierdo entre esos personajes de la Historia de México. Y fuera de Pancho Villa y Emiliano Zapata no sé quien eran los otros. Siempre había pensado que el Venustiano Carranza no fue trigo limpio, como decimos por aquí. Tendré que ilustrarme más.

    Fdo: Senocri, el africano

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  2. La voz del narrador es cada vez más firme y más clara. Mas graciosa incluso. Siento mucho orgullo aunque en realidad no me atañe. Pero si, es orgullo.

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  3. Dato histórico: el 6 de enero de 1915 Venustiano Carranza pubicó en Veracruz la primera ley agraria que hablaba del reparto de tierras, pero no se sabe que haya repartido, ni él ni su gobierno, más de tres predios con esa ley y se tiene constancia que apoyó a gobernadores que en sus estados regresaron tierras expropiadas.
    Friedrich Katz dice que Carranza promulgó esa ley para recuperar prestigio popular.
    Seguramente lo hizo también para restar protagonismo a Zapata que sí repartía tierras.

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