jueves, 8 de octubre de 2009

Monclova, Coahuila IV, (junio de 1978)

Hace dos meses llegaste a Monclova con no más de ciento cincuenta pesos en la bolsa y un paquete de periódicos del partido en que militas.
Traes una orden no escrita: debes construir el partido en esa ciudad eminentemente obrera.
Nada tienes más, según dices.
No mientas. También tienes una lisa valiosa de contactos: nombres de diversos luchadores sociales. Alguien conoció a los dueños de esos nombres. Son hombres y mujeres que participan o dirigen luchas populares. Cuatro o cinco son maestros, seis son mujeres, en total diez y siete seguros futuros militantes de tu partido. No sabemos cómo se elaboró la lista, pero te será un instrumento muy útil. Tú tienes que buscar a esos elementos: viven en tal dirección; participan en la lucha de tal colonia popular; trabajan en tal escuela o son activistas sindicales.
Sabemos que en dos meses los nombres escritos en esa hoja ya te han servido. Contactaste al tal grupo de "los verdes". Localizaste a Luis Zapata; ya nos contarás cómo diste con él. No te quejes. Vienes de Nuevo León, donde costruíste tu partido exitosamente en ejidos, con solicitantes de tierras y con talladores de ixtle. Sabes de luchas agrarias. Ahora date a la tarea de contactar campesinos, que también debe haberlos aunque los alrededores de Monclova sean semidesérticos.
¡Y no andes llorando como niño desamparado!

1 comentario:

  1. alguien en esa historia lloraba como niño desamparado? en serio?

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